jueves, 4 de agosto de 2016

49. FELICIDAD - והו



49. FELICIDAD   -  והו

Muchas veces confundimos el placer temporal con la felicidad duradera, debido a que las trampas del mundo físico son muy seductoras y potentes. Cuando somos capaces de distinguir entre ambos, encontramos la felicidad verdadera. El placer está normalmente asociado con deseos egocéntricos, mientras que la felicidad está vinculada a los anhelos del alma.

Por lo general, nuestros deseos emergen del lado egoísta de nuestra naturaleza. Lo que codiciamos no es necesariamente lo que nos traerá satisfacción duradera. La felicidad nos elude cuando perseguimos lo que queremos, en lugar de lo que necesitamos. Nuestros deseos y apetitos generalmente nos traen mala fortuna y desorden, luego de que el placer inicial y la gratificación se han disipado.

Encontramos la felicidad verdadera cuando pasamos nuestras vidas trascendiendo nuestros impulsos basados en el ego, para así perseguir con determinación lo que nuestras almas necesitan para transformarse y elevarse. Cuando estamos ocupados haciendo lo que vinimos a hacer en la Tierra, en términos de trabajo espiritual, encontramos satisfacción profunda a cada paso del camino.

Meditación

Encontramos la fuerza para refrenar los anhelos egoístas. A través de este Nombre pedimos lo que realmente nuestra alma necesita, no lo que nuestro ego quiere. Sentimos un profundo agradecimiento por cualquier cosa que la vida nos depare. Esto nos trae felicidad en el más profundo sentido.

“Grande es HaShem, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable”.

(Tehilim/Salmos 145:3) 


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