domingo, 31 de julio de 2016

SHEM 45 - EL PODER DE LA PROSPERIDAD - SAMEJ ALEF LAMED

SHEM 45 - EL PODER DE LA PROSPERIDAD - סא"ל

 

Vocalización: SAL (Moshé Kordovero); Sa/A/La (A. Abbulaäfia, vocal natural de cada letra)

 

Valor numérico: 91

 

Ángel portador del Nombre: Sealiá´h. Valor numérico: 106

 

“Sea tu misericordia, oh Señor, sobre nosotros, según esperamos en Ti”. (Tehil´lim/Salmos 33:22)

 

“Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh Señor, me sustentaba”. (Tehil´lim/Salmos 94:18)

 

“Mi pie resbala”. El mundo se sostiene de arriba abajo. La materia, que parece ser el soporte de lo real, es en su esencia “vacío”. Es la Luz lo que constituye su fundamento. En particular la Luz de Jésed - 72 - que es la Luz/Tov (Bien) del primer día de la Creación. (ver Jasdéja en ambos versículos). A pesar de separar Elo-him la luz de la oscuridad, no hay dicotomía, hay ciclo (Sámej): tarde y mañana, reunidas en el ‘Iom Ejad’, día Uno (y no “primero”). El significado fundamental de la ס ‘Sámej’ como puntal, sostén o soporte, queda plenamente aclarado si observamos tanto su posición en el Árbol de la Vida, en el canal Tiféret/Iesod, como si consideramos la propia forma circular de la letra. Criptográficamente, la Sámej es la Rueda, Álef su centro – Álef es Tetragrámaton implícito – y Lámed la ley del equilibrio. La rueda apunta a todos los ciclos temporales y evolutivos – la Rueda de la Vida – en los que nuestra conciencia finita está inmersa. Mientras estamos en la rueda de los ciclos (“según esperamos en Ti”) sea tu Misericordia sobre nosotros. Todas las fases del ciclo se hallan embebidas en la Luz Divina, que es su soporte, de la misma forma que el centro - Tiféret - irradia a todos los puntos de la circunferencia a los que está conectado por igual.

 

Todos los versículos asociados a los 72 Nombres tienen siete palabras y pueden usarse en relación con todos los septenarios (p. ej. 7 centros psicofísicos). También se forman con ellos Nombres de 7 letras usando las iniciales (roshé tevot o notaricón), cada letra con su vocal correspondiente, a los que se pueden aplicar las técnicas cabalísticas. Son mantras de meditación. Se puede repetir el versículo completo o los Nombres:

 

Por ejemplo: 1. IeJaIeÄKaILa (Tehil´lim/Salmos 33:22).  2. IAMaRaJaIeIi (Tehilim/Salmos 94:18)

 

Significado: La numerología del triplete סא"ל ‘Sámej-Álef-Lámed’ es 91 (60 + 1 + 30); representa la conjunción de los Nombres de Di-s en Tiféret/Ietzirá y en Maljut/Äsiá: ‘HaVaIáH’ (26) y ‘ADO-NAI’ (65), que se entrelazan letra a letra: יאהדונה"י ‘IaHdVnHi’.

Ambos Nombres representan respectivamente los aspectos masculino y femenino de la Deidad actuando en la Creación, es decir las fuerzas activa y pasiva de la Providencia o gobierno de Di-s del mundo, lo que equivale a decir su energética. El ijud opera la cópula del Santo, Bendito sea, y la Shejiná - otro Nombre para los mismos principios, enfatizando la unión de la trascendencia e inmanencia divinas. Lo mismo si lo expresamos como la unión de los Cielos y la Tierra. Esta unión tiene lugar en el corazón - Tiféret - en particular en esta esencia que representa el Tiféret de Tiféret. Cuando el centro se hace presente, la unidad se manifiesta: 91 es también el número de אמן ‘Álef-Mem-Nun’ (Amén), otro nombre de Kéter. Y es la fuente del Maná o sustento de los mundos, מנא ‘Mem-Nun-Álef’ (Maná). También מלאך ‘Mem-Lamed-Álef-Jaf’ (Maláj = ángel) tiene el mismo valor 91. Ello se refiere a la esencia angélica en general, pero en particular el ángel que porta este triplete - Sealiá´h - expresa una gran canalización de Luz, siendo la fuente de toda prosperidad, vitalidad, salud, creatividad… Como Tiféret de Tiféret, nos conecta con nuestra esencia más interna. Sealiá´h (106) es el transmisor del fuego solar logoidal, manteniendo siempre el canal abierto (106 = Kav, línea: cabalísticamente, la línea de luz desde ‘En Sof’ en la que son emanados, creados, formados y hechos los mundos) con la Luz que trae tanto la plenitud espiritual como la prosperidad material. Trae consigo una conciencia constante de la Presencia Divina y nos hace ver la acción divina en todas las cosas. Mediante la apertura del corazón (Lámed/Lev) a la energía del amor y la devoción, nos ayuda a trascender nuestro ego y, en última instancia, a integrar nuestras polaridades internas, adhiriéndonos (Devekut) a nuestra raíz divina (106 = verbo DaVaK, pegar, unir, adherirse).

 

Por su esencia solar, Sealiá´h, es el ángel de la curación espiritual, trayendo consigo una salud completa tanto de cuerpo como de espíritu (no existe verdadera salud sin la conexión con la Luz Divina). Sealiá´h es un guía en nuestras vicisitudes por la Rueda (106 = Megulgal, reencarnación), portando la signatura de nuestro self y dándonos la energía para seguir avanzando incluso cuando nos vemos atascados o cuando parezca que los obstáculos parecen insuperables. Su gran lección es la del desapego, manteniendo el equilibrio en todas las situaciones y conectándonos desde el centro con nuestra raíz divina. Entonces aparecerán los medios necesarios para la realización de nuestro programa de vida. Sealiá´h nos ayuda a superar el orgullo, que bloquea nuestra conexión con la Luz. Nos enseña el valor de la humildad, haciéndonos canales de la Luz, una vez que hemos aprendido que, cuando brillamos, toda nuestra luz viene de lo alto, y no de nosotros mismos.  

 

91 = HaVaIáH + Ado-nai, unión de Tiféret y Maljut, el cielo y la Tierra, el Santo bendito Sea y la Shejiná.

Amén = notarikón de ‘Ado-nai Mélej Ne´emán’ (Di-s Rey Fiel)

Sámej-Álef-Lámed = Tiféret de Tiféret. Reconstruye la conexión con la Luz y es la fuente de las bendiciones.

Pe-Álef-Iud = notaricón de “Potéaj Et-Iadéja” - “POTÉAJ  ET-IADÉJA  UMASBÍÄ  LEJOL-JAI  RATZÓN - Abres tu mano y satisfaces a todos los vivientes con favor” (Tehil´lim/Salmos 145:16)

Abres tu Iud, tu punto de infinito, la fuente de Luz.

 

Pe-Álef-Iud = notarikón de otro versículo bíblico (Tehil´lim/Salmos 31:6): “En tus manos encomiendo mi espíritu (Rúaj). Tú me has redimido Señor (Padíta Otí HaVaIáH), Di-s de la Verdad”.

 

Conexión con las extensiones del Nombre de Di-s en Jojmá:

 

Iud-Vav-Dalet  He-Iud =  35

Iud-Vav-Dalet  He-Álef =  26

Iud-Vav-Dalet  He-He =  30

 

35 + 26 + 30 = 91

 

91 = 13 × 7. La unidad (Ejad = 13) manifestándose en el septenario de la forma.



45. EL PODER DE LA PROSPERIDAD - סאל

45. EL PODER DE LA PROSPERIDAD - סא"ל

Por Kabbalah y Torah en Expansión 

Cuando queremos lograr el verdadero éxito, sin ningún desagradable efecto secundario, debemos reconocer que toda buena fortuna se origina en la Luz del Creador. Si creemos que somos los únicos arquitectos de nuestro éxito, los verdaderos creadores de nuestra prosperidad, estamos adorando al ego y pasando por alto el poder de la Luz.

Eso significa que hemos estado obteniendo nuestro sustento financiero del sistema reactivo de la naturaleza humana. Hemos estado dando al ego el control sobre nuestra vida. El ego tiene el poder de traer ganancias financieras y placer material, pero a un gran costo para el comprador.

Cada vez que adquirimos un activo valuado y tasado por nuestro ego, entregamos a cambio un activo atesorado y querido de nuestra alma. Éstas son las únicas transacciones de negocios reales que importan en la vida.

Con este Nombre atraemos buena fortuna de la Luz, a través de nuestra alma, no de nuestro ego.

Meditación

Reconozcamos que la Luz del Creador es la fuente definitiva de toda prosperidad y bienestar. Ahora convoquemos las fuerzas de la prosperidad y del sustento, y pidamos fortaleza para mantener nuestro ego bajo control cuando los cheques empiecen a llegar.


“Sea tu misericordia, oh Señor, sobre nosotros, según esperamos en Ti”.

(Tehilim/Salmos 33:22)



LAS 10 SEFIROT



LAS 10 SEFIROT

1. KETER, Corona. Unidad omniabarcante. Todos los opuestos están unidos: Ser (Yesh) y No Ser (Ain) unidos en el sello de lo Infinito. Estado Último de conciencia. Sí Mismo absoluto: El que Es, E´hieh Asher E´hieh (Yo Soy-Seré Quien Yo Soy-Seré). Expresa la Voluntad Divina de Manifestación que proyecta los Mundos a la existencia. Luz suprema, oculta, simplicísima, Ser/No Ser, Infinito, Luminoso, Radiante, Superabundante, Dador Absoluto, Sumo Bien, en el que todos los mundos han sido son y serán sin disminuirle en modo alguno. Es llamado el Rostro Inmenso de Di-s (Arij Anpín/Gran Rostro). Representa el estado máximo de Devekut, unión con Di-s. Yejidá.


2. JOJMÁ, Sabiduría. Reflejo o resplandor de la Luz increada. Energía pura del Pensamiento Divino. Polo positivo de la Mente Divina. Arquetipos Cósmicos, seminales, aformales. Pensamiento Divino como presencia viva y actuante que es la luz y vida de los mundos y de los seres. Es llamado Abba, Padre. Reshit, principio, origen (tiempo Kairós, arquetípico). Bereshit bará (primeras palabras del Génesis): Con la Sabiduría creó (crea). Estado llamado Temor de Di-s, porque supone un anonadamiento de todo y trascendencia absoluta de toda forma. Es la Jayá, la Vida verdadera, en Di-s y con Di-s.  


3. BINÁ, Entendimiento. Inteligencia Activa. Polo “negativo” de la Mente Divina. Mente que se externaliza, que proyecta el mundo de sí misma y que lo reabsorbe en sí misma. Palacio resplandeciente con que se  viste el rayo único de la conciencia/energía (Jojmá). Concibe, da a luz y mantiene providentemente a todos los mundos creados (tiempo Cronos, sucesivo, causal, expresión de la Ley Cósmica). Es llamada Imma, Madre. El mar de la existencia. Puerta de salida y entrada (50 puertas del Entendimiento) de todos los seres y almas en su circuito cósmico de encarnación en los planos de la forma, tikún (alcanzar el estado de perfección), retorno y liberación final: reintegración en el Uno y en el Todo, como una gota en el océano de la existencia, con una conciencia personal/transpersonal. 


0. DAAT, Conocimiento. Un estado de síntesis de las tres esferas superiores, ya que la diferenciación y separación a ese nivel es puramente pedagógica: Él y su Nombre son Uno. El espejo de la Mente Divina en el que Di-s se conoce a Sí mismo, en Sí Mismo y en la Manifestación. Unidad de conocedor, conocido y conocimiento. Todo es mente. Lugar metafórico de la contracción, la ruptura de las vasijas y la caída del ser humano (separación de conocedor y conocido, mente subjetiva y objetiva, Tiferet como Rostro Menor y Maljut, Adam y Javá). El Abismo que separa la conciencia divina de la conciencia humana. La Puerta entre los Mundos (a través del abismo). En el sendero de retorno, la integración de la experiencia del Yo/Mundo en una síntesis de Conocimiento. 


4. JESED, Misericordia. Amor divino, la fuerza constructiva y expansiva del universo. Energía del Dar. Mundo de las Ideas (en el sentido platónico) como primera manifestación de los planos de la forma (que son energéticas, aún no delimitadas, lo que tiene lugar en la esfera siguiente). La luz del primer día de la Creación, que es Tov (“y vió Di-s la Luz que era Tov/Buena”), el Bien, la idea de Bien. El acto de donación constante de Di-s: misericordia, inmanencia divina, Gracia, el mundo conteniendo a Di-s, presencia que es Amor (Ahavá), la fuerza de la Unidad (Ejad). Ambos, Ejad y Ahavá, suman 13. Energía del perdón, superación y limpieza de todos los karmas. En el plano humano, energía psíquica positiva, dadora, motivadora, que impulsa a buscar la realización personal, el camino con corazón, que trae satisfacción, plenitud, alegría de vivir, grandeza de alma. Idealismo y altruismo. También llamada Guedolá, Grandeza. 


5. GUEVURÁ, Fuerza, Poder. Restricción, la fuerza contractiva del universo. Energía del Recibir. Ley de la limitación. La concentración y la resistencia son las leyes de la generación y uso consciente del poder. Severidad, Rigor. Precisión. Mente discriminativa, separadora y dualista. Otros nombres son Din, Juicio y Pájad, Temor. Luz de la Verdad. Negación de la negación. Operación de la ley cósmica. Aseveración, juicio, aplicación de la justicia. Acción y reacción. Al nivel personal se experimenta como energía psíquica negativa, que construye las estructuras anímicas internas, como pautas de comportamiento, complejos, etc. Disciplina, autodominio, control, lucha contra el deseo de recibir sólo para uno mismo. Crisis. Experiencias difíciles que ponen a prueba nuestros límites. El camino del guerrero. 


6. TIFERET, Belleza. Equilibrio, armonía, integración, centro, ser, conciencia de sí, Identidad o Self (resultado de la energía de Jesed y la definición de Guevurá),  manifestación de la esencia ideal espiritual que hace a cada cosa ser lo que es. Iluminación, Chispa Divina individualizada. Es llamado Zeir Anpín - el Rostro Menor de Di-s (junto con las seis sefirot de Jesed a Yesod, de las cuales Tiferet es el centro). Es el aspecto de Di-s personal interactuando activamente con la Creación. En el plano humano el self o sí mismo, el yo auténtico, existencial, el verdadero centro de la totalidad de mi mismo, lo que soy de verdad, etc. Energía de compartir (recibir para dar). Empatía, Compasión (Rajamím).


7. NETZAJ, Victoria. Proyección de las ideas arquetípicas (autoexpresión o afirmación de sí como poderes astrales). La Victoria de lo Eterno. Polaridad fuerza de la psique y de la luz astral. La luz de Tiferet difractándose en los siete colores del prisma (cuya interacción da lugar a todas las formas de vibración). Fuerzas de la naturaleza. Sentimientos, emociones. Pasión. El juego de las polaridades. La Victoria de la Luz.


8. HOD, Gloria. Capacidad de los arquetipos de dotarse de formas o vestiduras de manifestación (manifestación de la verdad del ser en todas sus configuraciones). Multiplicidad de formas. El Esplendor de la Luz. Esplendor radiante. Polaridad forma de la psique y de la luz astral. Esfera de la mente concreta, del intelecto. Pensamiento, lógica, razón, comunicación, lo social. Voluntad personal. Razón estratégicoteleológica. Racionalización del “deseo de recibir”. De Netzaj – emociones – es la Victoria. Entonces, Hod las racionaliza y es su Gloria. Nombres, mantras, palabras de poder. 


9. YESOD, Fundamento. Potencia generativa y vital. Capacidad de la Vida de autoperpetuarse. Estructuración orgánica de la vida. Instintos. Receptáculo de todas las emanaciones. Contiene las imágenes de todo lo que existe. Es la matriz etérico-astral. En el plano de lo humano es el espejo de la mente. Como facultad, la imaginación creativa, lo onírico, el plano de los sueños, lo psíquico. Como estado de conciencia se establece la dicotomía entre consciente y subconsciente, con el ego como filtro y mecanismo censor y como centro de referencia de las representaciones conscientes. El ego es el yo mental, identificado con aspectos de la personalidad (lo que me creo que soy), pero arrojando una sombra de contenidos rechazados.


10. MALJUT, Reino. Completitud o realización final. Conciencia externa objetiva. El  Reino de Di-s. Mundo externo de objetos, yoes y cosas separadas. Plano físico. Cuerpo, sentidos, cerebro y sistema nervioso. Incluye la parte etérica de energías sutiles. Luz en estado de máxima ocultación, muy contraída. Resistencia, estabilidad, inercia. Es llamada Shejiná, o Presencia Divina. Representa el aspecto femenino o pasivo de la Divinidad (frente al Rostro Menor-Zeir Anpín que representa el aspecto masculino o activo). Todo es Luz Divina, pero se encuentra apantallada (en exilio) en aras de la realización del tikún.   





LOS 5 MUNDOS

LOS 5 MUNDOS

1) OLÁM ÄSIÁ: Mundo de los fenómenos espacio temporales, de la acción, de lo físico.

2) OLÁM IETZIRÁ: Mundo de lo psíquico, también llamado lo astral, aunque en Cábala se le da el nombre preciso de Ietzirá: formación, los contenidos de la mente, tanto propia como la mente universal.

3) OLÁM BERIÁ: Mundo espiritual, también llamado de la Creación, que incluye las cualidades puras del Ser y del Espíritu.

4) OLÁM ATZILÚT: Mundo Divino, de los arquetipos que conforman el propio ser (o no ser) de lo Divino. Ese es el mundo de las sefirót o esferas en su aspecto más exaltado.

5) OLÁM ADÁM KADMÓN: Que es la interfase de la Manifestación con el Infinito. Adám Kadmón – manifestado y no manifestado a un tiempo – es en todos los sentidos continuo con la Luz. Podríamos llamar igualmente a ese plano Mundo del Infinito o de la Luz Infinita que es la sustancia de todo lo que hay. Todo lo que existe son configuraciones de esa Luz Infinita, de la Conciencia/Energía, aquí en su estado primordial.  


sábado, 30 de julio de 2016

SHEM 44 - SUAVIZANDO LOS JUICIOS - YUD LAMED HEI



SHEM 44 - SUAVIZANDO LOS JUICIOS  -  ילה

Vocalización: Yelah (Moshé Cordovéro); Yo/La/He (A. Abulafia, vocal natural de cada letra).

Valor numérico: 45

Ángel portador del Nombre: Yelahiah. Valor numérico: 60

“¿Quién expresará las poderosas obras de HaShem? ¿Quién contará sus alabanzas?”. (Tehilim/Salmos 106:2)

“Te ruego, oh HaShem, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios”. (Tehilim/Salmos 119:108)

Significado: Guevurá de Tiferet. El poder del self, el poder que dimana de ser uno mismo. No hay poder más grande y todo el universo va a trabajar para ti en eso. Es el poder de expresar la esencia universal (Adam = Yud-Lamed-Hei = 45 = Yud-Vav-Dalet Hei-Alef Vav-Alef-Vav Hei-Alef) de una forma personal, individual. Nos reconocemos como especiales y únicos, pero al mismo tiempo reconociendo que todo el mundo lo es, cada cual a su manera. No hay nada más importante en el universo que conocerse y ser auténticamente uno mismo, porque sólo entonces podemos realizar plenamente la tarea para la cual hemos sido creados. Y es por esto por lo que vamos a ser juzgados (Guevurá de Tiferet). Como decía el gran maestro jasídico Rabí Zusya: “En el Mundo Futuro no seré preguntado: ¿por qué no has sido Moshé? Más bien seré preguntado: ¿Por qué no has sido Zusya?” Lamed es jeroglíficamente Vav (conjunción) y Kaf (Vasija). En general representa la vasija del corazón (Lev): la aspiración del corazón de unirse con la raíz de su alma. En la letra Lamed, esa Vav que sobrepasa el nivel horizontal normal de los acontecimientos, indica una conexión con las tres esferas superiores del Árbol de la Vida. En este Nombre, Yud-Lamed-Hei, se halla entre Yud y Hei, las letras del Nombre de Di-s en Jojmá y también el anagrama de Jojmá (Yud) y Biná (Hei). También YLH son las letras intermedias del Nombre de Di-s en Biná, Elo-him, expresando el corazón, el centro del poder de esta esfera. La Vav es el canal que llena la Kaf inferior que es, como hemos visto, el poder de actualización, la vasija. Y el hecho de que la forma completa de la letra (Vav + Kaf) contenga el Nombre de Di-s (Y´HVH = 26) pone de manifiesto la gran canalización de Luz que la Lamed implica. De alguna manera este Nombre representa el poder que dimana de la tríada Di-s en Hombre (Jojmá, Biná y Tiferet) y 45 es el Tetragrama expandido con MaH, como hemos visto más arriba. Por otro lado, la letra Lamed significa equilibrio basado en la justicia. Cuando hay equilibrio (y la justicia no es otra cosa que el reestablecimiento del equilibrio), hay conexión con los Supremos, hay canalización y todos los planos se encuentran en el orden adecuado.
La Kaf es el platillo y Lamed es la balanza en sí (la atribución astral es precisamente el signo de Libra – Moznaim – que se despliega en el mes de Tishré del calendario judío, y el día uno, Rosh Hashaná, es el día del juicio). Todos los actos del hombre son pesados en la balanza y retribuidos de acuerdo al mérito. Karma y Tikún. El Nombre, como Guevurá de Tiferet indica juicio (Guevurá), pero al nivel de Tiferet, es decir, del self, del corazón. Éste es un juicio dulce para el que se juzga a sí mismo y no juzga a otros. La lección de este Nombre es que por el equilibrio inherente del cosmos, todas nuestras acciones acaban rebotándonos, recayendo sobre nosotros. Si queremos evitar el juicio severo sobre nosotros simplemente debemos suspender nuestro juicio sobre los demás. El juzgarse a sí mismo no implica culpa ni castigo, sino trabajo interno: rectificación del Klí, la vasija, para agrandarla y hacerla más receptiva a la Luz. El valor numérico del Nombre del Ángel Yelahiah es 60, que es el de la letra Samej (sostén, soporte, pilar, armonía, poder del centro, ciclo, Sagitario). Otras palabras del mismo valor: Kelí = vasija; Halajá = conjunto de leyes que definen el camino de vida.
El trabajo, como indica la Samej, es equilibrar, atemperar (el deseo de recibir), alinearnos con nuestro centro, y hacernos canales de la Luz (desarrollando el deseo de dar). Lamed significa enseñar. Las pruebas que nos acontecen tienen esa misión (“y tus juicios enséñame”). “Las promesas de mi boca” se refiere a los compromisos que asumimos, al programa de vida que seguimos. Yelahiah nos da la fuerza para mantenernos firmes en nuestro camino, superando todos los obstáculos que se nos presenten, haciéndonos fuertes en la lucha, enseñándonos que sólo la persistencia nos abrirá a nuestro poder interior, el poder de nuestro centro, nuestro self, nuestra chispa divina encarnada.   

   

44. SUAVIZANDO LOS JUICIOS - ילה



44. SUAVIZANDO LOS JUICIOS  -  ילה

Cada palabra que decimos, cada acto que realizamos, es un bumerang que lanzamos al Cosmos. Inevitablemente, todos estos miles de millones de bumeranes vuelven a nuestras vidas, tanto los positivos como los negativos. Este Nombre nos ayuda a agacharnos cuando los bumeranes negativos se abalanzan sobre nosotros.

Aunque no estemos concientes de ello, cualquier pensamiento negativo, incluso si parece irrelevante, hace que las fuerzas destructivas entren en el juego. Siempre que hablamos de una manera poco civilizada o grosera, siempre que hacemos trampa o mentimos, robamos, insultamos o dañamos a otras personas, creamos una fuerza de juicio. Estas fuerzas negativas son la causa invisible detrás de todas las cosas que simplemente resultan ir mal en nuestras vidas. Puede tomar minutos, meses, o incluso años, pero finalmente debemos confrontar las consecuencias de nuestros actos reactivos.

En este momento hay obstáculos presentes en nuestras vidas debido a la fuerza llamada juicio, y los juicios nos sobreviven en el grado en que nosotros infligimos juicios sobre otras personas. Nuestras propias palabras no pueden servir como una acusación en nuestra contra. No podemos decretar un juicio sobre nuestro propio ser.

La vida está hábilmente arreglada de manera tal que constantemente conocemos y ofrecemos amistad a personas que cometen errores y pecados similares a los nuestros. Cuando los juzgamos, nuestro propio destino queda sellado en ese mismo momento.

Pero supongamos que pudiésemos refrenarnos para no juzgar a los amigos, a la familia y a los indignos enemigos. Si esto fuera posible, los juicios contra nosotros nunca podrían darse.

Meditación

A través de la meditación sobre esta secuencia y con genuina penitencia en nuestro corazón, aminoramos o hasta revocamos los juicios establecidos en nuestra contra. Y tomemos un tiempo extra largo para ofrecer indulgencia y compasión a otros, para que estas cualidades piadosas nos sean devueltas en una proporción igual.

“¿Quién expresará las poderosas obras de HaShem? ¿Quién contará sus alabanzas?”.

(Tehilim/Salmos 106:2)